El pasado viernes 5 de noviembre Movistar reconoció haber sufrido un ciberataque que habría afectado a miles de usuarios, aunque se trataría de «un porcentaje muy pequeño de los clientes».
Movistar explica que se detectó una «actividad inusual» en sus sistemas «a través de un acceso irregular realizado desde direcciones IP sospechosas».
Según la compañía, estos accesos irregulares ya fueron bloqueados y se han tomado las medidas oportunas para que no se vuelvan a repetir, pero esto no ha impedido el acceso a datos básicos y de identificación, datos de contacto e información sobre los productos y servicios contratados con Movistar.
En el mismo mensaje, la compañía aclara que los atacantes no han podido acceder a ningún tipo de dato sensible como datos de facturación, cuenta bancaria, detalle de llamadas o usuario y contraseña privados para acceder a los servicios contratados.
También aseguran que no hay ninguna prueba de que se haya realizado «ningún tipo de explotación» de los datos afectados, e invitan a los usuarios que han afectados a llamar al servicio de atención al cliente si necesitan tener más información.